Infraestructura Verde [Comisión Europea]

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Infraestructura Verde [Comisión Europea]

El paisaje de Europa ha sufrido una pérdida y una fragmentación de hábitats mayores que ningún otro. El consiguiente problema para la biodiversidad es grave. Aunque las zonas naturales más importantes están ahora protegidos por la red Natura 2000, las especies siguen necesitando desplazarse entre ellas para sobrevivir a largo plazo. Una infraestructura verde ayudará a conectar entre sí las zonas naturales existentes y a mejorar la calidad ecológica general del campo en sentido amplio. Una infraestructura verde ayudará también a mantener en buen estado los ecosistemas, para que puedan seguir prestando sus valiosos servicios a la sociedad, como son el aire limpio y el agua pura. La inversión en una infraestructura verde tiene una lógica económica: mantener la capacidad de la naturaleza, por ejemplo, para mitigar los efectos negativos del cambio climático, es mucho más rentable que sustituir esos servicios perdidos por soluciones tecnológicas humanas mucho más costosas. El mejor medio para crear una infraestructura verde es adoptar un enfoque integrado de la gestión del suelo y una cuidadosa planifi cación estratégica del territorio. Todos los usuarios del suelo y los sectores responsables de la formulación de políticas deben comprometerse desde el principio en el proceso de creación de la infraestructura verde y asumir la parte de responsabilidad que les corresponde. La Comisión Europea está elaborando una estrategia para la creación de una infraestructura verde de ámbito europeo en el marco de su política de biodiversidad a partir de 2010.



Hecho 1: El paisaje de Europa está cada vez más fragmentado 

En comparación con otras regiones del mundo, la UE es un continente con una densidad de población relativamente elevada y una gran parte de su suelo en uso activo. Como consecuencia, muchas de las zonas naturales que aún existen se encuentran sometidas a presión y en riesgo de fragmentación. Con ello se afecta al funcionamiento de los ecosistemas, que necesitan espacio para desarrollarse y prestar sus servicios.

Hecho 2: La vida silvestre necesita tener la posibilidad de existir fuera de las zonas protegidas

 Las zonas principales —importantes por albergar especies raras y amenazadas o por sus tipos de hábitats— están hoy protegidas en gran parte por la red Natura 2000, que comprende 26 000 sitios y cubre aproximadamente el 18 % del territorio de la UE. Ahora bien, hemos de actuar también en ese otro 82 % del territorio si queremos detener la pérdida de biodiversidad en Europa. Y es que para asegurar su supervivencia a largo plazo, la fauna y la fl ora silvestres han de tener la posibilidad de desplazarse, migrar, dispersarse e intercambiar poblaciones entre zonas protegidas. 

Humedal El Burro Bogota Colombia 

Hecho 3: Una infraestructura verde ayuda a mantener los valiosos servicios que prestan los ecosistemas 

La pérdida de zonas naturales tiene repercusiones que van mucho más allá de la desaparición de especies raras. Los ecosistemas, que se enriquecen con la diversidad de la vida que habita en ellos, aportan a la sociedad toda una serie de bienes y servicios valiosos y económicamente importantes, como la purifi cación del agua, la fertilización del suelo o el almacenamiento de carbono. 

Hecho 4: Dejar sitio a la naturaleza mediante la adopción de un enfoque más integrado del uso del suelo 

Pueden emplearse varias técnicas para crear una infraestructura verde en Europa. Entre ellas, las siguientes: 

• Mejorar la conectividad entre las zonas naturales existentes para contrarrestar la fragmentación y aumentar su coherencia ecológica, protegiendo, por ejemplo, los setos, las franjas de vida silvestre en las lindes sin cultivar y los pequeños cursos de agua; 
• Aumentar la permeabilidad del paisaje para favorecer la dispersión, migración y movilidad de las especies mediante el establecimiento, por ejemplo, de usos del suelo respetuosos con el medio ambiente o la aprobación de planes agroforestales que apoyen prácticas de cultivo extensivas; 
• Identifi car zonas multifuncionales, en las que se favorezcan unos del suelo compatibles que apoyen unos ecosistemas sanos y biodiversos frente a otras prácticas más destructivas; podría tratarse, por ejemplo, de zonas en las que convivan usos agrarios, forestales, recreativos y de conservación de los ecosistemas. Estas combinaciones del tipo «gana-gana» o «pierde pocogana mucho» pueden ofrecer variadas ventajas no sólo a los usuarios del suelo (agricultores, silvicultores, prestadores de servicios turísticos, etc.), sino también al conjunto de la sociedad por los valiosos servicios que prestan los ecosistemas, como la purifi cación del agua, la mejora de los suelos o la creación de espacios vitales atractivos para el disfrute de los ciudadanos.

Hecho 5: La planificación del territorio ayuda a crear una infraestructura verd

Ecoducto en Veluwe 
En la práctica, una de las formas más efi caces de crear una infraestructura verde es adoptar un enfoque más integrado de la gestión del suelo. Esto se consigue, a su vez, con una planifi cación del territorio de nivel estratégico que permita investigar las interacciones espaciales entre distintos usos del uso en una extensa zona geográfi ca (por ejemplo, una región o un municipio). La planifi cación estratégica supone también reunir a diferentes sectores para que puedan decidir conjuntamente las prioridades locales de uso del suelo de un modo transparente, integrado y cooperador. La planifi cación del territorio puede ayudar a alejar las infraestructuras de las zonas sensibles, reduciendo así el riesgo de una ulterior fragmentación de los hábitats. Puede ayudar también a conectar entre sí las zonas naturales subsistentes, estimulando, por ejemplo, proyectos de regeneración de hábitats en lugares de importancia estratégica, o incluyendo elementos de conectividad ecológica (como ecoductos o piedras pasaderas para la fauna) en nuevos programas de desarrollo.  

Hecho 6: Los instrumentos financieros de la UE pueden utilizarse para promover el desarrollo de una infraestructura verde

 Los instrumentos fi nancieros de la UE pueden utilizarse para promover el desarrollo de una infraestructura verde. Los Fondos de Desarrollo Regional y el Fondo de Desarrollo Rural, por ejemplo, ofrecen toda una serie de herramientas para promover la conectividad espacial y la regeneración de ecosistemas naturales en el medio rural. Pueden utilizarse también para promover la diversifi cación económica de los usos del suelo y la creación de zonas multifuncionales basadas en el mantenimiento de ecosistemas naturales. 

Los planes agrarios o forestales, en especial, pueden fomentar una producción extensiva, limitar el uso de plaguicidas o de fertilizantes y favorecer unas prácticas respetuosas con la vida silvestre, encaminadas a restablecer la biodiversidad y el correcto funcionamiento de los ecosistemas. Ayudan también al mantenimiento de los elementos paisajísticos que son importantes para la conectividad, como setos, lindes sin cultivar, manchas de bosque o cursos de agua. 

Con el fondo europeo LIFE-Biodiversidad, se pueden cofi nanciar proyectos dirigidos a mejorar la conectividad funcional de los hábitats naturales y la movilidad de las especies entre zonas protegidas como las de Natura 2000. Life-Medio Ambiente ofrece también posibilidades de fi nanciar elementos de una infraestructura verde en zonas urbanas y periurbanas y proyectos de conexión entre zonas forestales. Además, puede cofi nanciar proyectos que promuevan iniciativas de planifi cación integrada y estrategias basadas en los ecosistemas para acabar con la fragmentación y promover un uso multifuncional del suelo.

 El sector privado ha empezado también a adoptar medidas para frenar la pérdida de biodiversidad en los programas de desarrollo encuadrados en sus iniciativas de responsabilidad social corporativa. Si estas medidas se diseñan pensando en la ecología, podrán conseguir mejoras importantes en la biodiversidad de zonas que se han visto seriamente empobrecidas en lo que se refi ere a la naturaleza. 

Hecho 7: Formulación de una estrategia europea para la creación de una infraestructura verde en toda Europa 

La formulación de una estrategia europea para la creación de una infraestructura verde ocupa un lugar destacado en la nueva política de biodiversidad después de 2010. De hecho, la infraestructura verde se considera una de las principales herramientas para abordar las amenazas contra la biodiversidad representadas por la fragmentación y la pérdida de hábitats y por los cambios de uso del suelo. La infraestructura verde contribuirá de manera decisiva a la integración de la biodiversidad en otros ámbitos políticos, como la agricultura, la silvicultura, el agua, el medio marino y la pesca, la política regional y de cohesión, la mitigación y adaptación al cambio climático, el transporte, la energía y el uso del suelo. Es también una herramienta importante para la Directiva marco sobre el agua, la Directiva marco sobre el medio marino, la Directiva sobre la evaluación de impacto ambiental y la Directiva sobre la evaluación ambiental estratégica. Además, se prestará especial atención a la integración de los aspectos relacionados con la infraestructura verde en los distintos programas de fi nanciación de la UE (por ejemplo, Fondos estructurales y de cohesión, PAC, LIFE) en el período de programación fi nanciera actual y el próximo que se iniciará en 2013, así como a la mejora de la coherencia ecoló- gica de la red Natura 2000. 

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